Idehabita

PÉSIMA ATENCIÓN. Hemos tenido problemas con la entrega, con el montaje, con la devolución y con el trato recibido en tienda por parte de Jose. No volveremos a repetir la experiencia y avisamos al resto de consumidores del trato recibido. Por supuesto se han llevado una hoja de reclamaciones y finalmente, nos han realizado la devolución.

NO RECOMENDABLE! No recomiendo esta empresa. La tienda de Granada la cerraron inesperadamente. Suerte que tenía esa semana la fecha de montaje. El trabajo no ha quedado como se firmó en el diseño. Lo he reclamado y no tengo respuesta por su parte.

Conocí la tienda de Triana por casualidad paseando un día y entré a preguntar por un sofá. No solo me han puesto el sofá, me han montado un armario a medida, un tabique separador en el salón y una mesa extensible y regulable en altura estupenda. Muy formales con las fechas y el montaje, de hecho, tuve problemas con la obra que se retrasó y no pusieron ningún inconveniente en guardarme el sofá y el armario en el almacén el tiempo que hiciera falta, que menos mal que no fue mucho. En cuanto a los productos, estoy encantado con el sofá, se nota la calidad y la resistencia y eso que le doy bastante trote. El armario encajó a la perfección a la primera y los montadores fueron muy profesionales a la hora de colocarlo. En definitiva, que a cualquiera que ahora me pregunta les recomiendo idehabita al 100%.

El día 29 de octubre compramos una mesa de centro. El vendedor Jose se comprometió a que llegaría a casa antes de navidad. A mediados de diciembre llamo para saber cuándo me la entregan. Se pone en contacto conmigo el transportista, le digo que puede traerla cuando quiera. Me dice que antes de navidad no podrá ser. 2 semanas más tarde vuelvo a llamar y me dicen que el día 10 de enero como muy tarde tendré la mesa en casa. Llamo el día 9 y José me dice que ha hablado con el transportista y que no podrá ser. Han pasado 2 meses y medio y no tengo la mesa y lo que me fastidia más es la falta de profesionalidad, que te confirman fechas y no las cumplen y no sólo eso, no te avisan de que no podrán cumplir. Pésimo trato del personal, pasotismo. José me llamó unas cuantas veces para cerrar la venta pero no para avisarme del incumplimiento del plazo de 35-45 días. Una vez hecha la venta se olvidan del cliente.

Nuestra experiencia en Idehabita Granada ha sido inmejorable. Nuestra asesora ha sido Obdulia, pero hemos podido conocer a más asesores y todos son fantásticos. Se ha adaptado totalmente a nuestro presupuesto, a nuestros gustos, teniendo una paciencia excelente y trabajando como si para ella fuera el proyecto. Nosotros hemos hecho el vestidor de nuestra casa. Cada mueble está hecho a medida y las terminaciones son finísimas. Una pasada! Sin duda volvería a ir para cualquier otra cosa de mi hogar. Os lo recomiendo al 200% Gracias por todo Idehabita Granada! Y a ti, Obdu!

Buenos días, Escribo esta reseña en nombre de mi madre para facilitarle la labor. Hace algo menos de 2 meses acudió ella a comprar unos cajones en lugar de un canapé puesto que le cuesta ya abrir el que actualmente tiene. Ese día, adquirieron dichos cajones y a pesar de llevar las medidas del lugar en el que debían ir instalados, llamaron a mi padre a casa para que ratificara las medidas, y así fue. En ese momento se le aseguró a mi madre que la estructura llegaría en un mes aproximadamente puesto que la tenían que fabricar. Sin mayor incidencia, a pesar de un trato un poco atropellado y despistado (según me comentan tanto mi madre como mi hermana que estaba presente) se cerró la compra. Más de mes y medio después no se sabía nada de los cajones y estructura y mi madre había ya llamado al almacén donde muy amablemente le indicaban que estaba en proceso la entrega. En fin, hace 5-6 días avisan a mi madre y llegan los chicos del transporte con la estructura de cama. Esta no entraba en el hueco, los chicos indicaron an mis padres así como hablaban entre ellos que la cama se había hecho mal y no había seguido las medidas. En ese momento, mi madre llama a la tienda para contactar con el comercial (José es su nombre) y este tuvo con ella una actitud cuanto menos deplorable. Les acusó de no “saber medir”, de que “eso no es tan difícil”, que “no hacía falta ser muy listo para tomar las medidas correctas”, etc. Este tipo de comentarios suponen una falta de respeto a una mujer de 74 años y un hombre de 67 que podrían enseñarle mucho sobre la vida. ¿Es que mis padres debían saber que las medidas las debían dar con el margen que supone la estructura? ¿Es que mis padres debían saber cuántos cm tienen las maderas de la misma y que debían descontarlos? Lamentable. Al día siguiente acude mi madre y la actitud sigue siendo la misma. José siguió negando que en el hueco pueda existir una cama de 1,90 de largo que lleva instalada en el mismo desde hace más de 25 años. Él no lo ha visto, por supuesto, pero sabe mucho de lo que se habla. Finalmente, y con una actitud muy poco empática, acuerda mi madre perder los 80€ del envío de la cama (cifra que se antoja un tanto exagerada) para recuperar el resto del dinero y olvidarse de este hombre. Por cierto, un comentario cuanto menos esclarecedor es el que le dice José a mi madre en el que asegura que “ya le habían llamado la atención a los chicos que trajeron la cama puesto que no debían hablar nada delante del cliente ni hacer comentarios de la calidad del trabajo frente al mismo”. Sin comentarios. Por favor, no es una cuestión de dinero puesto que no hablamos de grandes cantidades. Es una cuestión de trato a cualquier cliente y respeto a las personas. Nadie es perfecto pero sí que debemos plantearnos si esto cumple con unos mínimos estándares de calidad y educación. Gracias y disculpen la larga reseña.